Cirugía esofagogástrica
Realizamos la valoración y el tratamiento médico y/o quirúrgico (Cirugía esofagogástrica) de las enfermedades del esófago y del estómago, principalmente el cáncer gástrico, la hernia de hiato y el reflujo gastroesofágico.
Cuando la cirugía está indicada siempre el abordaje es mínimamente invasivo (laparoscopia) para que la recuperación postoperatoria sea más fácil para nuestros pacientes.
A) Tumores gástricos
Los tumores gástricos pueden ser benignos, poco frecuentes (menos del 2% de todos los tumores) y generalmente asintomáticos por lo que con frecuencia se
detectan como hallazgos casuales durante procedimientos endoscópicos (algunas de estas lesiones pueden malignizarse) y pueden ser malignos (cáncer de estómago)
que son los más frecuentes en el estómago y el tercer tumor maligno más frecuente en el tubo digestivo después del cáncer de colon y de recto.
La sintomatología del cáncer de estómago es muy variable aunque la mayoría de los pacientes presentan alguno de los siguientes síntomas: síndrome dispéptico caracterizado por molestias vagas epigástricas e intolerancia alimenticia en
ocasiones discriminativas (repugnancia a la carne); síndrome de anemia crónica con sangre oculta en heces, por pérdidas leves pero continuas; síndrome ulceroso indistinguible de la úlcera péptica que además mejora con el tratamiento
antiulceroso y el síndrome obstructivo en forma de dificultad y dolor con la deglución en los tumores del estómago proximal y en forma de vómitos si la obstrucción es más distal. Además es frecuente la presencia de síntomas como astenia, anorexia y pérdida de peso. Menos frecuente es el debut con hemorragia digestiva masiva y la perforación del tumor.

La endoscopia es el principal método diagnóstico del cáncer gástrico y tiene mayor sensibilidad que la radiología sobre todo si se combina con la biopsia y la citologíapor cepillado.
El estudio se completa con un TAC toracoabdominal para estudiar la extensión del tumor y poder planificar la vía de abordaje y la técnica quirúrgica más adecuada.
El tratamiento de los tumores gástricos viene determinado por la extirpe celular, la localización y la extensión del tumor. El tratamiento de los tumores benignos puede realizarse mediante endoscopia o con resecciones muy conservadoras del estómago.
El tratamiento de los tumores malignos es siempre quirúrgico asociado o no a tratamiento con quimioterapia y radioterapia. Las resecciones gástricas dependerán de la localización del tumor pudiendo realizarse resecciones completas del estómago o resecciones parciales.
El abordaje quirúrgico de elección si el tumor no está extendido es la vía laparoscópica aunque en ocasiones el tamaño del tumor y la extensión no se corresponde con los estudios preoperatorios y es necesario, en el mismo acto quirúrgico, convertir la vía de acceso y realizar la apertura del abdomen.
El control postoperatorio incluye una historia clínica completa, exploración física y analítica cada 3 meses los 2 primeros años y cada 6 meses otros 3 años. La radiología de tórax debe realizarse cada 6 o 12 meses y otras exploraciones como la endoscopia, solo deben realizarse si hay indicación clínica.
B) Hernia de Hiato y Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (ERGE)
El hiato esofágico es un orificio natural en el diafragma que sirve de paso al esófago y a los nervios desde el tórax a la cavidad abdominal. Hernia, en general, es la protrusión o salida de una víscera fuera de la cavidad que normalmente la contiene y la hernia de hiato se caracteriza por la protrusión de cualquier estructura abdominal que no sea el esófago en la cavidad torácica a través del hiato esofágico.
Las hernias de hiato pueden ser:
• Tipo I o hernia por deslizamiento. La unión gastroesofágica migra a través del diafragma y el resto del estómago y el fundus se mantienen en su posición anatómica.
• Tipo II o hernia paraesofágica; la unión gastroesofágica se mantiene en su posición anatómica pero una porción del fundus se hernia a través del hiato diafragmático adyacente al esófago.
• Tipo III o combinación de hernias de tipo I y II con la unión gastroesofágica y el fundus herniados a través del hiato diafragmático.
• tipo IV son hernias que se caracterizan por la presencia de estructuras diferentes al estómago como el colon, el epiplon o el intestino delgado junto con el saco herniario.
La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) se caracteriza por una alteración del mecanismo antirreflujo que produce reflujo patológico del contenido gástrico al esófago. Es una alteración mecánica debida a una alteración del esfínter esofágico inferior (EEI). Estas alteraciones dan lugar a un espectro de situaciones que van desde los síntomas típicos como la pirosis hasta lesiones de la mucosa esofágica o alteraciones respiratorias.
Las consecuencias de ERGE son: esofagitis, úlcera péptica esofágica, estenosis esofágica, esófago de Barret y trastornos motores esofágicos.
El diagnóstico se realiza mediante endoscopia para descartar la presencia de alteraciones de la mucosa esofágica o esofagitis, estenosis péptica o la confirmación histológica de un esófago de Barret; tránsito baritado necesario para el estudio anatómico del hiato; pHmetría 24 horas que en el paciente con clínica de RGE y en ausencia de hallazgos patológicos en la endoscopia se considera la prueba diagnóstica gold-standard; manometría que permite determinar la presión del EEI así como su longitud y su posición y permite detectar alteraciones motoras esofágicas que pueden ser fundamentales tanto para el diagnóstico diferencial en pacientes con sintomatología atípica, como para modificar la técnica quirúrgica; TAC abdominal para visualizar la unión gastroesofágica y el fundus u otra víscera través del hiato en pacientes con hernias paraesofágicas. El TAC es especialmente importante en situaciones de urgencias con sospecha de hernias complicadas (vólvulo gástrico, isquemia intestinal)
Indicación de tratamiento quirúrgico:
• Hernia de hiato
– Hernias tipo I con reflujo gastroesofágico (no indicación de tratamiento quirúrgico si no se aprecia reflujo)
– Toda hernia paraesofágica sintomática debe ser reparada.
– El tratamiento de rutina de las hernias paraesofágicas asintomáticas no está indicado. Hay que considerar la edad del paciente y la comorbilidad (el riesgo de desarrollar complicaciones agudas que requieran tratamiento quirúrgico es <2% por año)
– No existe consenso en cuanto a la recomendación de reforzar el hiato con la colocación de una malla
I. Reflujo Gastroesofágico:
– Fracaso del tratamiento conservador (mal control de la sintomatología, regurgitación severa no controlada con la supresión ácida, efectos
secundarios medicamentosos)
– Complicaciones del RGE (esófago de Barret, estenosis péptica)
– Clínica respiratoria (asma, tos, dolor torácico, broncoaspiración, laringitis crónica)
La técnica de elección es la funduplicatura de Nissen con cierre de pilares por laparoscopia.
El seguimiento postoperatorio consiste en una revisión 1 mes después de la cirugía.
El paciente debe saber que puede referir cierto grado de dificultad para la deglución (disfagia) en los primeros meses. Si la evolución es satisfactoria se realizará una segunda revisión a los 3 meses con una pHmetría en pacientes con esófago de Barret para confirmar la efectividad de la técnica. El tránsito baritado de rutina no está indicado en el paciente asintomático
Para pedir una cita precia o solicitar más información, rellene el formulario de contacto.